domingo, 17 de enero de 2010

Los grandes del Jazz-1





















JOHN COLTRANE

Desde la muerte de Charlie Parker, tan sólo John Coltrane ha producido un impacto tan inmediato en el jazz. Con una perspectiva de conjunto, tanto Miles Davis como Ornette Coleman ejercieron mayor influencia, pero los solos que los músicos copiaban eran los de Coltrane, así como sus ideas espirituales y musicales. Coltrane, apodado “Trane”, fue coetáneo de Davis, pero le llevó mucho más tiempo que a este hacerse un lugar entre las estrellas del jazz.



Nacido en Carolina del Norte, pero madurado musicalmente en Filadelfia, se unió a la big band de Dizzy Gillespie en 1949 y aún permaneció allí cuando Gillespie la redujo a quinteto. Claramente influenciado por el enérgico sonido de Dexter Gordon. Davis siempre creyó en él, no en vano muchos saxofonistas ya lo habían adoptado como modelo. Coltrane reconoció sin problemas la influencia que sobre él había ejercido Thelonious Monk, con quien trabajó varios meses ausentándose del quinteto de Davis.



Coltrane dejó a Davis para formar su propio cuarteto con Elvin Jones, Jimmy Garrison al bajo y el joven McCoy Tyner al piano. Con Jones a la batería arrancando un raudal de polirritmos, su tenor se hizo más agresivo si cabe.
Se hacía progresivamente evidente que los valores espirituales significaban mucho para Coltrane, y la incorporación de estos a su música se realizó de manera totalmente convincente en la obra maestra de 1964.



Finalmente, Coltrane entró en una nueva fase, que se resolvió con el reemplazó de Jones y Tyner por Rashied Alí y la propia esposa de Coltrane, que eran menos asertivos musicalmente y, así, le procuraban a Coltrane mayor libertad. Su propia andadura en el free jazz no podía ser comparable a la que tuvo en otros géneros porque no vivió lo suficiente para evolucionar dentro de ese género. Coltrane murió de cáncer de hígado y se convirtió con casi toda seguridad en el único músico de jazz homenajeado con una iglesia que lleva su propio nombre.
















Miles Davis


Nacido en el Estado de Illinois en 1926, se trasladó a Nueva York a la edad de 18 años para estudiar música. Sin embargo, la afición a los ambientes noctámbulos que le llevó a frecuentar los clubes donde tocaba Charlie Parker quién le procuró una preparación musical imposible de adquirir en la mejor escuela. En 1948 tras abandonar el quinteto de Parker, utilizando arreglos de Gil Evans y Gerry Mulligan, tuvo un puñado de actuaciones.



Una vez superados los problemas asociados con su drogadicción, su carrera despegó de nuevo, Se había convertido en un trompetista más asertivo, cuya claridad de timbre en el registro más agudo aportó una renovada autoridad a su modo de tocar. Su quinteto, con John Coltrane, y una serie de grabaciones al frente de una gran orquesta dirigida por Gil Evans, reputada por la increíble riqueza y colorido de los arreglos de este, llamaron la atención.



A lo largo de los 15 años siguientes, su consistencia y expresividad fueron raramente igualados. Interpretando baladas con la sordina presionando contra el micro, era capaz de evocar desde un caprichoso abandono en un pasaje hasta una profunda desolación en el siguiente. En la década de los sesenta Davis formó un nuevo quinteto, esta vez reforzado por el adolescente batería Tony Williams. Por aquel entonces, el aprecio que sentía por figuras como James Brown o Jimmy Hendrix le inclinaron paulatinamente a la introducción de sintetizadores y guitarras eléctricas en las nuevas formaciones.



En los discos grabados en 1969 y 1970, Davis aplicó técnicas propias del jazz a un contexto asociado hasta entonces con el funk. A principios de 1970, Davis comenzó a filtrar el sonido de su trompeta con un pedal wah-wah dando un nuevo giro a su propia música. En 1975, en parte debido a su mala salud Davis dejó de tocar -él mismo describe los cinco años siguientes en términos de sexo y drogas-. Ayudado por la actriz Cicely Tyson, con la que había estado casado un tiempo, se puso de nuevo en forma reiniciando su carrera.



Publicó una autobiografía controvertida pero llena de apreciaciones fascinantes propias de una mente excepcional como la suya. La misma fortaleza que le había ayudado a superar su adicción a las drogas gracias a un encierro prácticamente absoluto le llevó también a renovar su música sin cesar. Sus últimos discos demuestran de qué manera Davis necesitaba llegar a las últimas consecuencias en todo para luego poder renovarse.



Incluyendo los años en que desapareció de la escena pública Miles Davis siempre tuvo gran reputación dentro del mundo del jazz. Miles Davis parecía vivir a más velocidad que los demás mortales, siendo siempre objeto de atención y controversia. En una ocasión, fue salvajemente golpeado por un policía, encolerizado al ver a un hombre negro elegantemente vestido acompañando a una mujer blanca, en otra unos gángsters le dispararon a las piernas, y también sobrevivió a un terrible accidente de automóvil.






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